domingo, 2 de septiembre de 2007

POR PEQUEÑO QUE SEA EL ANZUELO

Pues que hoy tocaba otra cosa pero me llama Jungla y me dice que suspendido el entrenamiento de Figueroles y que si quiero ir a rodar por la montaña un rato, pues anzuelo puesto, anzuelo mordido.

Poco mas de la ocho de la mañana y estamos frente al Restaurante Los Arcos de Aladino y empezamos a subir por la pista que va a la Pobla, subimos caminando pero a ritmo rápido, y en menos de veinte minutos estamos arriba, ahora toca bajar empezamos a trotar y bajamos hasta el mismo centro de la Pobla, vueltecita por el pueblo y para arriba por el mismo camino. Sigo trotando al llegar a las primeras cuestas de la pista y sigo; de pronto una voz me dice:"¿que vas a seguir trotando?, acuérdate de lo que te ha dicho el médico", no es la voz de mi conciencia es la voz de Jungla, pues va a ser que tienes razón, paramos y a ritmo rápido andando para arriba y hablando, nos relajamos un poquito, o eso parece y volvemos a enganchar el ritmo. Llegamos otra vez arriba y nos desviamos por la pista que lleva al Bártolo, no llegamos y atajamos por el camino asfaltado que lleva a las antenas, vuelta a trotar, enganchamos con la carretera y desde ahí al Aladino otra vez; último kilómetro corriendo fuerte y a estirar.

Buen entrene, poco más de dos horas pero de calidad y sin respiro. Cervezita, que sabe a gloria, en los Arcos de Aladino, visita al Restaurante, promesa de mariscada si conseguimos nuestro objetivo en el 10.000 y a casa.

Un poquito díficil esto de hacer montaña evitando senderos y subidas y bajadas irregulares, pero bueno por pista también se puede entrenar y si el terreno es regular se puede trotar un poco también, pero hay que controlarse.

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